domingo, 20 de mayo de 2007

¿QUÉ ENTENDEMOS POR TRABAJADOR?

En la OTM sostenemos que Carlos Marx ha demostrado que los cambios sociales, a lo largo de la historia, han sido producidos por una clase que dirige el proceso y que siempre es la que se encuentra desposeída de los medios de producción: la clase trabajadora. En los últimos años, doctrinas políticas que surgen reflotando viejas ideas, han puesto en duda, no sólo la existencia de la clase trabajadora como tal, sino que, al sostener esta inexistencia, ubican como clase que debe encabezar el cambio social a diversos “sujetos revolucionarios”. Unos sostienen que son los desocupados, otros, los marginales, otros, los campesinos, otros los aborígenes. Pero lo que estas teorías no ven es que cada vez hay un mayor número de trabajadores. El trabajador, el obrero, no es sólo aquel que aparece vestido de overol. El trabajador es, al decir de Engels, “la persona que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la persona, cuya dicha y pena, vida y muerte y toda su existencia, depende de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada”. (Engels, Federico, Principios del Comunismo, en la colección: V. I. Lenin, Marx, Engels Marxismo. Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1980, pág. 82.). Son las personas que se ven obligadas a alquilar su fuerza de trabajo para conseguir, en cambio, los medios de subsistencia necesarios para vivir.
Dentro de esta clase hay diferencias económicas y sociales, no es una clase heterogénea. Pero lo que la distingue como clase es que, para subsistir, todos utilizan la misma herramienta: la fuerza de su trabajo.
Organización de Trabajadores Marplatenses

martes, 15 de mayo de 2007

EL CAMPEON DE LOS DERECHOS HUMANOS DUPLICA LA CAJA DE LA SIDE

Hacia el año 2003 la Secretaría de Inteligencia del Estado contaba con 138 millones de pesos al año; cuatro años de gestión del presidente Néstor Kirchner bastaron para casi duplicar esta cifra la cual supera hoy en día los 239 millones de pesos.
La SIDE no sólo es un elemento utilizado en los enfrentamientos entre las distintas facciones de la burguesía, sino que fundamentalmente es una herramienta para la investigación y persecución de la clase asalariada. Últimamente un medio gráfico nacional opuesto al oficialismo, ha dado a conocer la identidad de un alto funcionario de este organismo bajo la forma de una denuncia; fuentes fidedignas aseguran que este personaje ha llegado a ocupar puestos de heladero y panchero para llevar a cabo su trabajo (Diario Perfil/28 de enero de 2007). Disfrazado de ese modo, ¿a quién estaría espiando si no a trabajadores?
Clarín, medio gráfico al que no puede calificárselo de opositor, respecto al conflicto de los trabajadores petroleros de Las Heras, reconocía en su edición del 21 de febrero de 2006 que agentes de la SIDE seguían con atención las alternativas del conflicto.
Pero estas operaciones de investigación no sólo se efectúan en momentos de enfrentamientos directos contra los trabajadores y el pueblo sino también cotidianamente mediante la infiltración en las concentraciones populares, la provocación en las marchas, escuchas telefónicas, filmaciones, toma de fotografías, y otros procedimientos para recavar información que permitan ampliar y, sobre todo, actualizar los ficheros.
Lejos de verse reducida, esta práctica de espionaje se ha incrementado, hecho que demuestra que sea cual fuere la forma de gobierno, dictadura o “democracia”, el Estado capitalista mantiene esta parte de la maquinaria represiva bien aceitada. Es en este marco que
debe encuadrarse la medida adoptada por el “campeón de los Derechos Humanos”.
Organización de Trabajadores Marplatenses

martes, 1 de mayo de 2007

1º DE MAYO DE 1886 – 1º DE MAYO DE 2007

El 1º de mayo de 1886, en al ciudad de Chicago, Estados Unidos de Norte América, los obreros se movilizaron para exigir que la jornada de trabajo sea de 8 horas, cuando en esa época la jornada era de 12 a 16 horas por día. Estas movilizaciones terminaron con la ejecución de los principales dirigentes de ese movimiento. No obstante esa lucha logró la reducción de la jornada laboral.
A partir de 1889 la Segunda Internacional Obrera instauró la fecha como jornada de lucha de los trabajadores del mundo. Durante todos estos años los obreros seguimos luchando, aunque no hemos tenido conquistas definitivas, seguimos adelante y no dejamos de recordar a nuestros compañeros caídos.
A 121 años de ese primero de mayo, en la Argentina las cosas no han cambiado mucho. El mes pasado los maquinistas de trenes, después de una larga negociación, consiguieron reducir su jornada de trabajo de 8 a 7 horas diarias. Los trabajadores de los subterráneos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lograron esa reivindicación en las recordadas jornadas de 2006. Pero el resto de la clase obrera argentina sigue trabajando más de 8 horas diarias.
Los que trabajan 8 horas diarias son unos “privilegiados” si los comparamos con el resto de la clase que trabaja un promedio de 10 horas por día. Es más, en nuestro país, el 42% de los convenios de trabajo firmados en los últimos años por empresarios y sindicalistas, con el apoyo y auspicio del Gobierno, contienen cláusulas de alargamiento de la jornada laboral. Como una de las consecuencias de esto, podemos ver que en los últimos años han crecido los accidentes de trabajo. A modo de ejemplo, en la construcción tenemos el mayor índice de siniestralidad, una de las áreas que tiene la mayor jornada laboral. Hace un mes un obrero falleció y otros compañeros resultaron heridos en una obra en Avenida Colón y Misiones en nuestra ciudad.
Las luchas obreras van creciendo paulatinamente. Y como consecuencia se va endureciendo la posición de la clase dominante. En el mes de abril vimos como era ejecutado el docente Carlos Fuentealba por las fuerzas de represión. Este obrero asesinado se suma a una larga lista de compañeros que cayeron luchando, como los “Mártires de Chicago”. Y lamentablemente vamos a tener mas bajas entre nuestras filas. Ya sea por el accionar de las fuerzas represivas o por las condiciones paupérrimas de trabajo.
Hoy los trabajadores de la educación, principalmente los docentes de Neuquén, Santa Cruz, Salta y Tierra del Fuego, los Universitarios, los trabajadores de la salud del Hospital Francés, los trabajadores de FATE, de TBA línea Sarmiento, los trabajadores precarizados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los trabajadores de las cooperativas “truchas” del Puerto de Mar del Plata, como los trabajadores de mar, son los que están encabezando la lucha. En todos los casos sin el apoyo de la burocracia sindical, que prefiere negociar convenios de trabajo “flexibles” en ves de estar junto a los obreros.
Es por esto que hoy más que nunca debemos unirnos, y luchar por la reducción de la jornada laboral, luchar por el aumento salarial, luchar contra la represión y persecución de los trabajadores, recordar a todos nuestros compañeros que dieron la vida en esta lucha. Pero por sobre todas las cosas, luchar para construir una organización que dispute, no solamente los términos en que se distribuye la riqueza, sino también, que aspire a reconquistar para sí los medios de producción, no sólo para reducir la tasa de explotación, sino para abolir toda clase de explotación.

Organización de Trabajadores Marplatenses