sábado, 13 de febrero de 2010

SOBRE EL USO DE LAS RESERVAS

La iniciativa del gobierno nacional de constituir un fondo especial con parte de las reservas para garantizar el pago de la deuda externa desató un nuevo conflicto con la "oposición". Esta fracción rechaza ese fondo y exige hacer frente a los pagos con las partidas del presupuesto sin tocar las reservas. ¿En qué consiste la diferencia entre ambos bandos?
El gobierno "nacional y popular" pretende apelar a las reservas porque la constitución del denominado "Fondo del Bicentenario", además de facilitarle el pago de la deuda y acceder así al financiamiento externo, le otorgará el manejo discrecional de una suma no determinada que le permitirá comprar las voluntades necesarias para enfrentar la elección presidencial de 2011. Los economistas oficiales utilizan todos los argumentos corrientes del mercado para justificar el uso de las reservas. Hablan de lograr un "retorno al mercado privado de crédito" y explican como se "abaratan las tasas", sin explicar cuál es el beneficio para el país de refinanciar el pago de un pasivo que ya ha sido reembolsado varias veces. Asimismo, cuestionan la independencia del Banco Central cuando sostuvieron durante muchos años esa autonomía, bloqueando los tres proyectos de reforma del sistema financiero que recortaban ese atributo. Por eso la principal asociación de banqueros del país (ADEBA) tomó partido rápidamente a favor del gobierno. Que esta política se desenvuelva creando un fondo denominado "Bicentenario" ilustra hasta donde ha llegado el doble discurso oficial. Un emblema de la independencia nacional es utilizado para recomponer las relaciones con los acreedores externos.
Por su parte, la oposición rechaza el proyecto porque estaría en desventaja en la carrera presidencial. Pero no se opone al pago de la deuda sólo que pretende que tal desembolso se realice a través de los mecanismos tradicionales de ajuste lo que implicaría una fuerte reducción en el gasto público con destino social. Prueba de esto es que no objetaron el uso del mismo recurso cuando en 2005 se utilizaron las reservas para pagarle, por adelantado, al Fondo Monetario Internacional. En ese momento el gobierno canceló toda la deuda con ese organismo, con el mismo mecanismo de decretos de necesidad y urgencia que hoy tildan de autoritarios y por un monto muy superior (9000 millones de dólares contra los 4500 que se desembolsarían ahora). Por otro lado dicen defender la "autonomía" del Banco Central. Lo que en realidad defienden es el manejo de esa entidad por los banqueros y de esa manera las reservas internacionales operen como garantía de pago a los acreedores externos. Con esa finalidad la burguesía introdujo desde los '70 atribuciones que convierten al Banco Central en una institución con poderes y facultades superiores a cualquier otro organismo del Estado.
Desde la OTM decimos que los trabajadores deben actuar en forma independiente con una política propia para no caer en la trampa de falsas opciones como la que enfrenta al gobierno con la oposición. Un buen comienzo sería suspender todo pago y poner en marcha una suerte de auditoría popular de la deuda, investigando la legalidad y legitimidad de todas las operaciones. Mientras tanto, tanto las reservas internacionales como las partidas presupuestarias deberían destinarse a la provisión de empleos, viviendas, salud y educación populares.