domingo, 11 de enero de 2015

Crisis del capitalismo y lucha de clases en BÉLGICA

La coalición gobernante hace apenas 2 meses en Bélgica pretende aplicar un plan de ajuste que le permita ganar competitividad externa a sus mercancías. El plan en cuestión se propone ahorrar 11.000 millones de euros en cinco años que afectaría la inversión en sanidad, educación, transporte y políticas sociales. En ese marco sólo se sustituiría a uno de cada cinco empleados públicos que se jubilen. Además, aumentaría la edad de jubilación dos años hasta los 67 y eliminaría la "indexación", el sistema que hace que salarios, rentas, alquileres, etc, suban al menos al ritmo de la inflación. La Comisión Europea aplaude ese ajuste porque la deuda pública belga está en el 105% del PBI y el gasto público llega al 54% del PBI. 

Lo cierto es que frente a la amenaza de la burguesía belga, los sindicatos lanzaron el pasado 15 de diciembre una huelga general que paralizó al país. No hubo transportes urbanos ni trenes, se cerraron puertos y aeropuertos, no funcionó la administración pública, ni las escuelas, la industria y la gran distribución. Los hospitales sólo atendieron urgencias y el único sector con cierta actividad fue el comercio minorista. Grupos de camioneros bloquearon  con intermitencia las entradas de las grandes ciudades. 

Bruselas es la tercera región más rica de Europa tras el centro de Londres y Luxemburgo. Pero a la vez tiene un 34% de pobreza, un desempleo en el 20% que se dispara hasta el 50% en algunos barrios y un sistema educativo disfuncional que castiga a los niños de familias pobres e inmigrantes, mientras genera una pequeña franja de población muy bien educada. 

El premier Charles Michel dijo que quiere relanzar el diálogo con los sindicatos pero dejó claro que no cederá en los grandes ejes de su política que recibió el apoyo del Fondo Monetario Internacional. Es interesante destacar que la coalición gobernante incluye a los independentistas y xenófobos de la NVA flamenca que aparece representanda en el gobierno por el ministro del interior Jan Jambon, quien defendió a los que colaboraron con los nazis en la Bélgica ocupada de la Segunda Guerra Mundial.  
La lucha de clases se ha desatado en Bélgica y el pronóstico acerca de quien triunfará es reservado.