miércoles, 8 de febrero de 2012

Fin de Fiesta

El romance de las masas con el gobierno K entra en receso, tal vez, en la faz inicial de la ineluctable ruptura. La Cristina "nacional y popular", que fervorosamente proclama un ejército de aduladores a sueldo en los medios oficiales y oficialistas, cede paso a la Cristina del ajuste y la represión.

Ya se sabe, de acuerdo con los manuales de la política burguesa, que recién ganadas las elecciones (más aún con tan abultado margen) deben tomarse las medidas más antipopulares inmediatamente, sin dilaciones. Así lo ha hecho la presidenta aunque sus rufianes repitan a coro "vamos a profundizar el modelo".

En El Asalariado hemos intentado, repetidas veces, dejar en claro que los "modelos" del capitalismo responden siempre a necesidades objetivas de la clase dominante y por lo tanto, son, efectivamente , distintos e implementados en salvaguarda del propio sistema capitalista. Dicho groseramente: cuando se puede, sidra y pan dulce, cuando no, hambre y palos; lo importante es que el negocio no se detenga , y que los trabajadores -en el mundo entero- sigan aportando plusvalía a la clase capitalista.

Así se producen "rarezas " tales como que -ya en la cumbre del poder- un keynesiano se vuelva liberal o viceversa. Como decía hace unas décadas atrás un dirigente chino, ex comunista y, a la sazón, en apurado tránsito al capitalismo: "no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones".

Ahora la presidenta y su corte mantendrán a rajatablas e incluso profundizarán su discurso, que en rigor de verdad, siempre fue falso pero estruendoso, rutilante, y sobre todo difundido hasta el hartazgo. El promovido modelo "nacional y popular" cautivó a los progres nacionalistas que tragaron el anzuelo; inútil resultó probar que la producción del país se extranjerizó como nunca; que los monopolios remitieron ganancias extraordinarias; que el FMI no ha cesado de controlar la economía; que los parámetros de crecimiento son siempre en relación a los años 2001-2002 (cuando peor no se podía estar); que los K han sido los más devotos pagadores de la fraudulenta deuda externa (¡vaya nacionalismo regalarle a los capitalistas del mundo la plata del pueblo!; que el 25 % de la población en la actualidad sea pobre (¡claro que en relación al 57% de octubre de 2002 es una cifra exitosa!) a pesar del aumento de los planes sociales y la dádiva de la asignación universal; jamás se reconocerá, pese al manejo autoritario que se ejerce sobre las provincias, la responsabilidad sobre los muertos por represión (16) en los últimos años,por el contrario se deslindan responsabilidades y se guarda silencio.

Sin duda la facción de la burguesía en el poder, representada ayer por "Néstor" y sus amigos y hoy por "Cristina", Boudou y sus secuaces, han actuado con gran habilidad; los recursos del Estado, siguiendo las viejas enseñanzas del Imperio Romano, se emplean en el conocido "pan y circo": festivales,fútbol, turismo carretera para todos, muchos feriados, fines de semana largos, gran publicidad de las obras del gobierno (Argentina en Noticias, un país de ensueño: crecimiento,trabajo, soberanía,¡felicidad!). En suma han sido expertos "vendedores de humo", según la frase en boga.

Sin embargo, aunque siga la música a todo volumen, la fiesta languidece, el capitalismo en el mundo afronta una grave crisis; si antes las potencias económicas conservaban su integridad descargando sus problemas en el mundo subdesarrollado,hoy no pueden evitar que las contradicciones del sistema se instalen brutalmente en el seno de ellas mismas con su secuela de desocupación,miseria, luchas , represión y una retracción general de sus economías. Brasil, nuestro socio mayor, ve con pánico estancarse su producción industrial,las bravatas "K" sobre el presunto blindaje ya no se escuchan. La situación cambió; el modelo nacional y popular también. La clase va a ser golpeada con mayor dureza y deberá enfrentar peores condiciones, las amenazas presidenciales y acciones concretas como la sanción de la Ley Antiterrorista preanuncian severas restricciones al derecho de huelga. En tanto los tarifazos, el recorte abrupto del gasto público y la inflación han devastado el bolsillo de los trabajadores, los cuales ya se están lanzando a la lucha. La burocracia sindical, con su olfato de supervivencia, lanza gritos de guerra. A propósito: no podemos menos que saludar la defensa que los Moyano están realizando de los trabajadores despedidos en el sur por la contratista de Camuzzi, pero sabemos que este "brote combativo" tiene más que ver con la interna que el jefe de la CGT (con los días contados como tal) sostiene con el gobierno que con un auténtico interés clasista.

Se inicia un nuevo momento,se abren paritarias una herramienta conquistada no para terminar con la explotación, sino apenas para atenuarla. Sin embargo en el proceso quedarán al desnudo los límites de la burocracia así como el carácter explotador de la patronal y el Estado capitalista. Los trabajadores debemos insistir en el combate por la recuperación de los sindicatos, hoy en manos de conciliadores,o por la creación de nuevos agrupamientos democráticos y clasistas,según surja del análisis de cada situación concreta. Pero siempre recordando las enseñanzas de los grandes jefes de la clase obrera Marx y Engels: luchar por los intereses inmediatos de la clase pero al mismo tiempo por su porvenir.