lunes, 25 de febrero de 2008

LA PAMPA: TIERNO: UN CASO PARADIGMÁTICO

“El Estado fuerte es necesario”. Poco cuesta comprender el sentido de esta afirmación, pronunciada por un miembro del gobierno (el intendente peronista de la ciudad de Santa Rosa, Provincia de La Pampa), si damos cuenta del carácter y la finalidad de la maquinaria estatal burguesa. Como órgano de opresión de la clase cuya función es administrar y garantizar los intereses de la clase dominante, resulta imprescindible su continuo perfeccionamiento. Diariamente somos testigos de las medidas adoptadas en este sentido. En nuestro análisis sobre el primer mes de gestión de las nuevas autoridades gubernamentales (El Asalariado nº 13) hemos visto profundizarse una tendencia cuyos principales elementos son, entre otros, el fortalecimiento de las fuerzas policíacas y el aumento de la presión tributaria.
En su edición del día 3 de febrero de 2008, el diario Perfil, publicó un artículo en el cual describe las acciones que, en los 53 días que lleva de gestión, ha protagonizado el intendente Juan Carlos Tierno, de Santa Rosa, La Pampa (el mismo que profiriera la frase con que comienza este texto). En este breve período de tiempo, Tierno decreto (ya que en la mayoría de los casos no contó con el apoyo del Consejo Deliberante local) un aumento de tasa municipal del 49% y un aumento en las multas de $ 1.000, $ 7.000 y $ 12.000. Esto se comprende si tenemos en cuanta el rol fundamental que desempeña la recaudación en forma de impuestos (así como las deudas públicas) en el mantenimiento de la maquinaria estatal y su parasitaria cohorte de funcionarios.
Por otro lado, la exigencia del ejercito permanente y la policía como instrumentos fundamentales de la fuerza del Poder del Estado se manifiestan, aquí, mediante la creación de una policía comunitaria.
Este conjunto de medidas, aplicadas con tanta velocidad por el gobierno peronista de Santa Rosa, no dejaron de despertar la reacción de los habitantes de la ciudad pampeana: entre 2000 y 3000 personas (importante cifra en relación a la oblación de la ciudad) se manifestaron repetidas veces en su contra por la calles céntricas, a lo que Tierno respondió calificando a los manifestantes de “subversivos”, “sediciosos” y “delincuentes”.
Propugnando el “orden social” que tiene como conductora a la “mano firme”, este representante de la clase dominante, refuerza, mediante la rápida e impune concreción de estas acciones, el poder que el Estado le confiere. Una política que rige el comportamiento de la totalidad de los miembros del Estado capitalista (Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Scioli en la Provincia de Buenos Aires, por nombrar a los casos que más conocemos) es ejecutada descaradamente, en un contexto que le es favorable, por Juan Carlos Tierno, lo que lo convierte en un caso ejemplar del accionar de la burguesía en el Poder del Estado.

domingo, 10 de febrero de 2008

LA BONAERENSE: “UNA PIZZA PARA LOS MUCHACHOS

El acomodaticio y oportunista Scioli necesita a la vieja policía. La nuevas medidas dejan sin efecto lo actuado por Arslanian.

La policía bonaerense es quizás la organización delictiva más poderosa del territorio argentino, esto nadie lo ignora y lo sufren todos los habitantes de la provincia de Buenos Aires. Un aparato de 52.000 hombres armados en el cual desde el último vigilante hasta el más encumbrado oficial participan (ya sea a título personal o institucional) solidaria y tácitamente de los beneficios que producen el juego clandestino, la prostitución, las drogas y otras yerbas, es un “monstruo grande” que genera acciones propias y no siempre reconoce y obedece a su amo.
Lúcidos representantes de un, llamémosle, ”capitalismo serio” –es decir de un sistema que genere condiciones de explotación de modo, racional, eficiente y con el menor grado de conflictividad posible- procuran una policía, ”limpia”, ordenada y absolutamente subordinada al poder político. El más conspicuo representante de esta corriente, León Arslanian , mientras la facción de los capitalistas que lo auspicia tuvo peso en el manejo del Estado, hizo todo lo que pudo, y hasta se puede decir que le fue bien. Efectivamente, durante su gestión al frente del ministerio de Seguridad, la Bonaerense fue supeditada al poder político pues se la descabezó y se le dio una nueva organización, además, se creó la “Bonaerense II con milicos con más educación, con la idea de provocar un recambio paulatino y, entre otras medidas, se efectuó una purga mediante la cual 1300 efectivos fueron sancionados y otros 2000 expulsados de la fuerza, como consigna Clarín del 30 de diciembre de 2007 en sus páginas 36 y 37.
Pero, lamentablemente para sus mentores, el rol de “capitalismo serio” ya está ocupado por otros en el mundo, y el papel que a la clase dirigente vernácula le toca desempeñar es el de administrar y lucrar con un Estado que sobrevivirá mientras lo favorezcan los precios del “commodities market” mundial, mientras riquezas naturales, que pertenecen al pueblo trabajador, puedan seguir siendo enajenadas y, obviamente, mientras los trabajadores sigamos siendo una masa de explotados sin una dirección política revolucionaria.
Para este país, entonces, (o para la provincia de Buenos Aires, que es donde se define el destino del país), la policía pertinente: es decir la Bonaerense de Scioli - Stornelli, la que nunca debió dejar de ser: la de la interrogación y la picana, la de la recaudación millonaria bajo cuerda, la de fuerza de choque de los políticos, la de gatillo fácil, la de orden compacto y moderno armamento a la hora de reprimir a los trabajadores, etc. es decir la policía que refleja a una estructura económica, atrasada, prebendaria, corrupta y dependiente
No podrá el plástico rostro presidencial engañar a los trabajadores como lo hace con la bobalicona clase media la cual mientras pueda comprar chucherías electrónicas aplaude y vota positivamente. El viejo cuento de “crecimiento con inclusión social” que propala Fernández, es el aggiornamiento de la teoría del derrame y lo que nos espera es más tarifazos, más impuestazos, y -por un tiempo al menos- más trabajo con salarios de supervivencia. En la OTM pensamos que las luchas de los trabajadores se irán incrementando y se llevarán por delante a las direcciones vendeobreras. Queremos con nuestras críticas y propuestas plantar entre los compañeros asalariados un debate tendiente a que la clase abandone el papel subordinado y mendicante que los capitalistas y sus sirvientes le asignan, y recupere la conciencia de su rol transformador de la sociedad humana.
Organización de Trabajadores Marplatenses