viernes, 6 de agosto de 2010

LOS TRABAJADORES JUBILADOS Y EL 82 % MÓVIL

Pasó el Mundial de Fútbol y parecen resurgir los mismos temas de siempre: inflación y aumento de precios, conflictos laborales, pago de la deuda externa, los jubilados, en síntesis, los problemas que interesan y afectan a la clase trabajadora.
Es cierto que el abandono en el que viven los trabajadores jubilados no es mérito de este gobierno, pero si le podemos adjudicar el mantener esa política: hoy casi 5 millones (de los 6 millones existentes) de trabajadores jubilados perciben la mínima establecida por el Gobierno, es decir $ 895,00.
También es cierto que los haberes jubilatorios en el último semestre han crecido. Se calcula que aumentaron en casi un 9%. Pero esto es insignificante cuando vemos que la canasta familiar en el mismo período alcanza al 21% de aumento. El aumento se ve principalmente en comestibles (carne, pan), así como en servicios (colectivos por ejemplo).
Según el anuncio de la Presidenta, con el nuevo aumento, los 5 millones de jubilados verán incrementados sus ingresos con $ 151,00, cifra que se mantendrá hasta por lo menos marzo de 2011. Por lo tanto durante los próximos 8 meses, los casi 5 millones de trabajadores jubilados que perciben el haber mínimo intentarán sobrevivir con $ 1.046,00.
Es evidente que el discurso gubernamental en cuanto a la redistribución de la riqueza tampoco ha llegado a este sector. Lo que se ha hecho es achatar la base de la pirámide: en el 2001 el 30% de los jubilados percibían la mínima; hoy es el 77% el que la percibe. Por lo tanto, lo que se esta redistribuyendo es pobreza. Si la Presidenta diría “igualamos para abajo” estaría en lo cierto.
Con reservas en el BCRA cercanas a los 51 millones de dólares y un Gobierno Peronista que no se cansa de remarcar el record de las mismas, los argumentos para no promulgar una Ley que otorguen a los trabajadores jubilados un aumento significante, muestran la verdadera cara del Estado: respetar los dudosos compromisos adquiridos con la banca extranjera a costa del sacrificio de la clase trabajadora argentina.
La oposición empuja un aumento que llegue al 82 % del Salario Mínimo Vital y Móvil. Pero a los trabajadores no deben engañarnos sus argumentos “electoraleros”. Los mismo que llevan al Gobierno a realizar este ínfimo aumento. Recordemos que el 2011 es un año electoral y que el 60 % de los trabajadores jubilados vive (o sobrevive) en la Provincia de Buenos Aires, bastión clave para ganar cualquier elección.
Desde ya que desde la OTM recibimos cualquier aumento para el sector como un alivio, pero no debemos perder de vista el objetivo: los trabajadores jubilados deben percibir lo mismo que ganaban al momento de jubilarse. No somos incrédulos, y sabemos que tanto el Gobierno, así como la pretendida oposición, no van a proponer ni promulgar una Ley semejante. Esta situación se alcanzará cuando las riendas del Estado estén en manos de la clase obrera.

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